En una charla que tuvo el 26 de enero pasado con un grupo de 30 jesuitas centroamericanos, el Papa defendió la implicancia de la Iglesia católica en política, pero también advirtió que “el compromiso político para un religioso no significa militar en un partido político”.

“Claro que hay que expresarse con el propio voto, pero la tarea es estar sobre las partes”, agregó. “No en el sentido de quien se lava las manos, sino como uno que acompaña las partes para que lleguen a una madurez, aportando el punto de vista de la doctrina cristiana. En América Latina no siempre ha habido madurez política”, afirmó.

Según la transcripción del diálogo publicada hoy por la prestigiosa revista jesuita La Civiltá Cattolica, ante una pregunta sobre qué postura deben tener los jesuitas ante la política, el Papa también admitió que “la palabra «política» está a veces incluso despreciada y se la entiende solo como lógica de partes, sectarismo político, con todo lo que esto comporta en América Latina en cuanto a corrupción política, sicarismo político y todo eso”. Pero, al mismo tiempo, recordó que “también el Evangelio es una expresión política, porque tiende a la polis, a la sociedad, a cada persona y a la sociedad, a cada persona en cuanto pertenece a la sociedad”. […]

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